Padrig Montauzier titula su editorial “Nueva Aurora”, y hace un llamamiento a “rechazar todo sistema de pensamiento que nos intentan imponer los fanáticos ideológicos nacidos de la filosofía de las Luces cuyo objetivo es la homogeneización de los pueblos y por lo tanto la destrucción de todas las comunidades”, señalando la necesidad de combatir por la identidad bretona para no ser cómplice de su desaparición.
El siguiente artículo es una entrevista a Mark Dakeford, el primer ministro galés, en la que se le pregunta sobre el ascenso del sentimiento independentista en su país. Drakeford, un político del Partido Laborista, rechaza la idea de independencia, básicamente por motivos pragmáticos, pero sí pide una amplia autogestión galesa dentro del Reino Unido. Un comentario indica la diferencia entre el Partido Laborista en Galés –partidario de una gran descentralización- y el Partido Laborista en Escocia –mucho más centralista-.
En la misma línea está el artículo de Mael Le Cosquer “Un siglo después de la partición de Irlanda, una esperanza de reunificación”. La victoria electoral del Sinn Fein en Irlanda del norte abre la posibilidad de realizar el referéndum pactado en los acuerdos de Paz y por la tanto de reunificar políticamente la isla de Irlanda. El artículo propone algunas líneas de solución a la problemática de los irlandeses del norte de religión protestante en ese posible futuro estado unificado irlandés.
“Los griegos olvidados” es un repaso histórico a la presencia de pueblos griegos en las ciudades de Odessa, Mariupol y Sebastopol. Una presencia que se remonta al siglo VI a. C cuando los helenos se asentaron en las costas del mar Negro. Estos griegos tuvieron un papel destacado en la fundación y primer poblamiento de Odessa y de Mariupol. La comunidad griega siempre ha estado protegida por el Imperio ruso y hoy los griegos del Mar Negro son abiertamente favorables a Rusia en el actual conflicto bélico.
“El nuevo opio del pueblo” es un artículo de pensamiento en el que Marcello Veneziani analiza en punto de fusión entre la ideología progresista y el capitalismo globalizador. Veneziani señala a Mayo del 68 como el momento en que una izquierda post-marxista y un capitalismo liberal y mundialista toman conciencia de participar de un mismo modelo de “progreso” y visión de la Historia. No debe sorprender porque ambas son hijas de la Ideologías de las Luces. Lo que la izquierda llamaba “emancipación, liberación y progreso” encajaba perfectamente con el “desenraizamiento igualitario” que el turbo-capitalismo liberal necesita para imponer un mercado único mundial. Ambos tienen el mismo objetivo: el individuo universal desprovisto de identidad colectiva y de identidad personal y sexual (ideología de género). Veneziani nos recuerda una frase del propio Marx en la que calificaba de positiva la acción del capitalismo porque con su acción “se disuelven todas las relaciones sociales estables y fijas, con su séquito de concepciones e ideas tradicionales y venerables”. Es precisamente ahí donde reside la fusión del izquierdismo y el liberalismo –insiste Veneziani” en la disolución de los lazos naturales, religiosos y comunitarios. La única forma real de ser libres es oponerse a esta disolución
“Suecia destruida por la pesadilla social-demócrata” es un artículo de Enric Ravello en el que describe el proceso histórico que desde los años 70 ha transmutado a Suecia de un paraíso escandinavo a un caos multirracial con síntomas claros de un próximo enfrentamiento civil étnico.
En, “De la mundialización a la civilizació” Michael L´homme contrapone el proceso de mundialización actual basado en el derecho occidental al derecho de los pueblos amenazados a mantener su identidad y el control de su hábitat. El autor apuesta por un retorno al mundo campesino y revalorización de lo rural como una barrera contra la expansión mundialista.
Fulup
Perc´hirin hace un buen excurs
o histórico sobre el devenir de Alsacia en “El
destino de Alsacia, a fin de cuentas una tragedia”, diferenciando tres momentos.
Primero narra cómo un territorio claramente alemán –Alsacia- es disputado entre
Francia y Alemania por cuestiones políticas bélicas y como cuando está bajo
soberanía francesa, París intenta destruir sus rasgos identitarios alemanes. En
segundo lugar nos habla de la situación durante la SGM, en la que los nacionalistas
alsacianos apoyaron la incorporación al III Reich pero no quedaron contentos
con la creación de dos Gäue: Gran Alsacia-País de Bade, y el Gau Westmark en el
que se incluyó a Mosela anexionada al Palatinado. Los nacionalistas
germano-alsacianos querían un Gau propio dentro de la Alemania nacionalsocialista.
No obstante estas diferencias, el nacionalismo alsaciano quedó estigmatizado
como “nazi” tras 1945. Y el tercer momento es precisamente la situación de
Alsacia desde el final de la SGM con una renovada intención alienante de París,
pero con una fuerte resistencia del pueblo germano-alsaciano. El último intento
de borrar la identidad alsaciana es negar su naturaleza de región y englobarla
en una aberrante creación administrativa llamada Gran Este, hoy el primer
objetivo de los alsacianos es que Alsacia vuelva a ser reconocida –al menos-
como “región única e indivisible”
En recorrido por la complicada historia de Bretaña entre los siglos XIV y XVIII es el contenido del artículo de Fulup Perc´hirin “Historia de Bretaña. Un punto de vista político (2ª parte)” un repaso que –como dice el autor- es imprescindible para tomar conciencia de la identidad bretona, de su lucha secular y de los constantes y permanente intentos de una Francia centralizadora, monárquica primero y republicana después ha intentado anular, dicha cancelación es un paso gravísimo hacia la pérdida de conciencia en un mundo, el de hoy, en el que los bretones y el resto de identidades europeas estamos en una grave situación motivada por la inmigración masiva
Fabrice Coupechouz nos narra su reciente peregrinaje al santuario de Saint-Anne d´Auray, “un peregrinaje que se inscribe en el contexto de otros muchos peregrinajes tradicionales católicos en Bretaña, peregrinajes que tienes una dimensión física, psicológica y espiritual”.
Los culdeos es el tema del siguiente artículo. Se trata de comunidades ascéticas y monásticas que vivieron en los países célticos a finales y tras la caída del Imperio romano. El artículo nos habla de la llegada de constructores de orígenes lejanos a Britania en el 43 a. C como parte de los contingentes romanos. Ellos serían los encargados de construir los dos muros de defensa contra los pictos en la actual frontera anglo-escocesa. Estos constructores se unirían rápidamente a los celtas y de ahí nacerían todas las construcciones célticas, estos culdeos celtizados sustituyeron a los collegia de constructores romanos en toda la zona celto-nordatlántica.
Tras la caída del Imperio romano, hubo una huida de personas que escapan de la decadencia moral y espiritual, -aquí se refiere concretamente a personas de Britania y Galia- que se instalaron en Irlanda, donde en la alta edad media asistimos a un eclosión cultural céltica con un suave barniz cristiano. Entre ellos encontraríamos a un número importante de culdeos.
La práctica totalidad de culdeos descendían de druidas y bardos. Contribuyeron decisivamente a la construcción de monasterios y ciudades en Bretaña, Irlanda, Gales, Escocia y la entonces aún céltica Inglaterra. Sus ropas blancas eran herencia druídica, realizaban ritos de iniciación en los que los iniciandos vestían pieles de animales durante el rito en el que moría “el hombre viejo” y nacía “el hombre nuevo”, siempre en un contexto espiritual céltico. Para ser iniciado, el centro iniciático más importante era Tara (Irlanda) había que demostrar un oficio –en el sentido tradicional del término- de lo contrario, la iniciación era negada. Estos ritos fueron el punto que transmitió la iniciación celtica de la Antigüedad a la iniciación caballeresca de la Edad Media
En “San Estaban, Cataluña y el eje carolingio” Enric Ravello nos demuestra cómo la celebración del día de San Estaban en Cataluña tiene su explicación profunda en la vinculación de esta nacionalidad europea al mundo carolingio
Fulup Perc´hirin continúa con la temática del número anterior en la continuación de “Literaturas escritas y orales en las civilizaciones célticas” tomando como hilo conductor la obra Le Mabinogi de Pwyll Princes de Dyved y su profundo simbolismo, nos lleva a la conclusión de los cuentos codificados del siglo XIV en adelante, son la herencia de relatos orales ancestrales del remoto pasado europeo. El autor hace un paralelismo entre los temas que encontramos en la literatura céltica con la germánica y la ario-hindú.
“La estatua de Luis XIV descubierta” es una denuncia a la exposición en el museo de Bellas Artes de Rennes (Bretaña) de una estatua de Luis XIV, el llamado “rey sol”. Exposición que se hace semanas después de que el mismo museo organizara otra sobre el mundo céltico, que tuvo un gran éxito de público
La estatua de Luis XIV, que fue desterrada de Rennes en el siglo XVIII, volvía a la ciudad bretona, aunque ahora fuese en modo de réplica. Luis XIV, un rey fuertemente centralizador, que actuó duramente contra cualquier manifestación de autogobierno bretón, por lo que la presencia de esta estatua es calificada de “menosprecio” hacia la memoria y el pasado de Bretaña
El número se cierra, como es habitual, con un bonito artículo sobre el patrimonio artístico bretón. En este caso la protagonista es la capilla de Sainte-Barbeen Faouët (Morbihan), lugar de devoción céltico pre-cristiano con el nombre de Roc´h ar marc´h bran “la roca del caballo cuervo”. La construcción de la actual iglesia se desarrolló entre 1489 y 1512, a la que se añadió un acceso renacentistas en 1700.
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