Para
cualquier que conozca la sociedad neerlandesa, o mejor para cualquiera que haya
conocido la sociedad neerlandesa hace un par de décadas, los resultados de las
elecciones de ayer son sorprendentes. Hasta hace pocos años en los Países Bajos
era imposible ni siquiera insinuar una palabra o un gesto mínimo sobre la
inmigración, era un tema tabú y toda la sociedad aparentaba estar encantada con
el “enriquecimiento” multicultural, que ayer un partido abiertamente
anti-inmigración lograra el 13% de votos y que el vencedor de las elecciones el
liberal de derechas (VVD) del actual
Primer Ministro Mark Rutte, hubiera
criticando durante la campaña aspectos de la inmigración, hubiera prohibido actos
electorales turcos en suelo neerlandés y
hubiera impedido la entrada de un ministros turco en su país, era algo absolutamente
inconcebible. Hoy es una realidad, y como tal un síntoma positivo de la
reacción popular contra la dictadura multicultural del sistema.
Sin embargo,
el PVV de Greet Wilders aunque haya
subido 5 escaños respecto a los comicios de 2012, y a pesar de ese 13% es el
gran perdedor de estas elecciones, en las que algunas encuestas le habían dado
como primera fuerza política del país.
Tres son los puntos a tener en cuenta para explicar este fracaso.
-La
fragilidad de un discurso obsesivamente anti-inmigratorio sin incidir en otros
aspectos políticos y asumiendo los principios económicos liberales. Esto ha
sido fácilmente contrarrestado por el partido liberal de derecha (VVD) al que
con un mes de crítica sobre la inmigración masiva, le ha valido quitarle un
parte del potencial electorado a Greet Wilders, que –a diferencia de otros
partidos identitarios europeos, FPÖ, VB, FN- no ha incorporado a sus propuestas
un programa social claro.
-Las
encuestas y la participación. Dando como vencedor a Wilders –aunque las
encuestas de los últimos días ya le situaban como segundo partido- y
presentarlo como el peligro “racista y fascista” (?), los “medios” han logrado
movilizar a todo el electorado neerlandés, logrando un participación récord,
que claramente ha perjudicado al PVV.
-Y como
factor principal el “euroescepticismo”.
Se ha demostrado el gran error que es vincular el rechazo a la
inmigración con la salida de la UE y del Euro como pretendía Wilders.
Presentase como la continuidad
geopolítica del Brexit y de la política de Donald
Trump –del que hay cosas que sí nos gustan- hacia Europa, que no es más que:
“make Ameica great, and Europe small”, es una grave equivocación ideológica y
estratégica. Los Países Bajos viven fundamentalmente del dos cosas: el trato
fiscal que dan a las empresas de la UE que se instalan en su territorio y del
puerto de Rotterdam, vía de entrada y salida de mercancías alemanas. Salir del
Euro y de la UE supondría el fin de estas dos fuentes vitales de riqueza para
los Países Bajos, en el caso del puerto una barrera fronteriza entre los Países
Bajos y Alemania, provocaría simplemente que Alemania substituyera Rotterdam
para potencia el puerto de Hamburgo. Wilders parece haber olvidado que el
petróleo del mar del Norte ya se ha agotado. Este absurdo planteamiento, para
nada compartido por el grueso del pueblo neerlandés –incluso por los que están
contra la inmigración- explica en gran medida la derrota de Wilders y puede
explicar futuros fracasos electorales de quien caiga en esta trampa. Porque,
que quede muy claro, ni Greet Wilders ni Marine
Le Pen van a sacar a los Países Bajos ni a Francia de la UE, porque ni
neerlandés ni franceses apoyan esta medida.
Decía ayer
un enemigo político, Jean-Marc Ayrault,
ministros de Asuntos Exteriores de Francia “”felicitaciones a los holandeses…
por su voluntad de trabajar por una Europa más fuerte”, es paradigmática que
ahora sean los socialistas los que apelen a la Europa fuerte y algunos
“identitarios” los que sean los euroescépticos y los anti-Europa: falta de
realismo. Algo básico falla, es hora de apostar por una Europa fuerte, y de
pensar en término políticos propios del siglo XXI, ya hay quien lo hace,
especialmente el FPÖ austriaco, ésa es la línea a seguir.
Enric Ravello Barber
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