Este 24 de junio terminaba el plazo para constituir grupos parlamentarios en Estrasburgo, y aunque siempre será posible hacerlo a lo largo de la legislatura, si se reúnen los requisitos necesarios, Marine Le Pen ha comunicado que no ha podido construir un grupo presidido por ella, tal como era su intención inicial. Las conversaciones para formarlo comenzaron la misma noche que se supieron los resultados, pero la dinámica de contactos y de cambios estratégicos en la política de alianzas entre los nacionalistas europeos, venía de tiempo atrás. Personalmente hemos sido testigos directos de todas, así que podemos hablar con pleno rigor e información.
Euroescépticos,
nacionalistas e identitarios en el Parlamento europeo: no todo es lo
mismo.
En febrero de 2013 el
rotativo británico Times recogía estas palabras de Marine
Le Pen: “Si me sintiera más próxima al BNP estaría en
contacto con el BNP, pero esto en contacto con UKIP”. Estas
declaraciones se entendía en la estrategia de “moderación” del
FN desarrollada por su nueva presidenta, en las mismas se desmarcaba
del nacionalista British National Party (BNP) de Nick Griffin,
para intentar acercarse al euroescéptico UKIP de Nigel Farage.
La cuestión tenía más importancia: el BNP formaba parte del Grupo
parlamentario europeo, Identidad Tradición y Soberanía (ITS) del
que Marine Le Pen, junto a los otros dos parlamentos del FN en la
legislatura anterior, Bruno Gollnisch y Jean Marie Le Pen:
ambos mucho más cercanos a las posiciones del BNP y totalmente
alejados de los planteamientos del UKIP. Estas declaraciones
significaba que en lo sucesivo ya no sería Bruno Gollnisch
(que compitió con Marine por suceder a Jean Marie en
la presidencia del FN) quien marcada las alianzas europeas del FN
sino que lo harían Marine Le Pen y su consejero en estas cuestiones,
Ludovic de Danne.
Esta divergencia provocará
cierta tensión en el seno del FN, hasta tal punto que Marine
“impuso” la decisión de que Jean Marie y Gollnisch
abandonaran el partido europeo AEMN (Alianza Europea de Movimientos
Nacionales), en el que se agrupaban varios de los partidos que
formaron ITS (con algún otro sin representación en Estrasburgo)
después de que ITS se disolviera por el enfrentamiento entre
Alessandra Mussolini y los rumanos del Partido de la Gran
Rumanía.
También en 2013 se
produce un acontecimiento clave para las alianzas de los partidos
identitarios en Europa, en este caso en sentido contrario (“positivo”
diríamos nosotros): el grupo del Parlamento europeo, Europe of
Freedom and Democracy (EFD) expulsa del mismo al eurodiptuado de la
Lega Nord, Mario Borghezio, por sus declaraciones contra el
grupo Bildelberg y contra la Ministra italo-congoleña, Cécile
Kyenge. EFD estaba fundamentalmente constiudio por eurodiptaudos
del UKIP y de la Lega Nord. El hecho de la expulsión de Borghezio
coincidió, más o menos, con la reestructuración en la Lega, tras
la llegada a su presidencia de Matteo Salvini, pasando a ser
Borgehzio –una persona de sólidas convicciones ideológicas-
el responsable de las alianzas europeas del partido padano. Borghezio
siempre apostó por la creación de una gran fuerza social,
identitaria y anti-liberal, por lo que alejó a la LN de cualquier
euroescepticismo vacío y se acercó al Vlaams Belang flamenco y al
FPÖ austriaco, y consecuentemente, al FN francés. En este sentido,
Marine Le Pen, aceptó enseguida a la Lega como su aliado en
el Estado italiano (amén de conversaciones con Giorgina Meloni
de Fratelli de Italia) y no al “euroescéptico” M5- Grillo.
Euforia electoral.
La noche electoral el
clima de euforia se extendió por las sedes de los cinco partidos
nacionalista europeos que claramente estaban por formar un grupo
presidido por Marine Le Pen: el FN lograba 25 diputados (es
decir sólo el FN cumplía con el requisito del número de actas para
formar grupo en Estrasburgo), el FPÖ lograba 4 –doblando los que
tenía-, la LN recogía un gran resultado y enviaba 5 diputados al
Parlamento europeo, el VB aguataba el envite del NV-A y mantenía un
escaño en la Eurocámara y el PVV de Geert Wilders –aun
cuando seguí en su dinámica de retroceso- lograba 4 actas.
La mañana siguiente la
euforia empezó a transformarse en inquietud, se tenían 25 diputados
de 5 países, por lo tanto hacían falta diputados de dos países más
para cumplir el requisito de los siete exigidos.
UKIP y SD contra los
identitarios: malas compañías.
La primera negativa, fue,
en realidad, la confirmación de una mutación política anunciada y
detectada hace tiempo: los Democracia Sueca (SD), que lograban por
primera vez presencia en Bruselas con 2 escaños, se negaban a formar
parte del grupo de Marine Le Pen por “extremista”. Es
necesario señalar que SD se había afiliado hacía un par de años,
al partido europeos EAF (European Alliance for Freedom) presidido por
el eurodiputado del FPÖ, Franz Obermayr, con Marine Le
Pen, como vicepresidenta, y cuyo objetivo fundamental era
preparar la constitución de ese grupo nacionalista e identitario en
Estrasburgo. SD nación como partido nacionalista, pero hacía ya
años había comenzado una “revisión”- si se nos permite el
término “finiana” (1)-. Pocas semanas antes de las elecciones
el encargado de relaciones internacionales de SD, Kenneth Ekeroth,
sueco de origen judío, provocó un desagradable incidente al exigir
la retirada del cabeza de lista del FPÖ austriaco para las europeas,
Andreas Mölzer, por unas declaraciones supuestamente
“favorables” al periodo nacionalsocialista (había que tener
mucha imaginación para interpretarlas así), Mölzer, que fue
la persona capaz de construir un grupo identitario en Estrasburgo,
-el mencionado ITS- logro compartido con Bruno Gollnisch,
recibió el apoyo del presidente del FPÖ, HC Strache y el
resto del partido, pero a los pocos días, el propio Mölzer,
dijo que renunciaba a encabezar la lista del FPÖ –que pasó a
estarlo por el número dos Franz Obermayr- y abandonar la
política europea: se cumplía así “el requisito indispensable”
exigido por Ekertoh y SD para formar parte del grupo con el
FN, FPÖ u demás aliados. Sin embargo en los días después de las
elecciones SD anunció que se negada a negociar su participación en
el mismo acusándolo de “extremista”, algo que -sabemos de por
conversaciones directas con ellos- sorprendió muy negativamente a
los eurodiputados del FN y del FPÖ.
Tras la renuncia del SD,
que venía después de las de los daneses del DK (Dansk Folkeparti)
-aunque en este caso no se puede hablar de “sorpresa”, porque DK
siempre se ha negado a tener relaciones con el FN- a esto se sumaba
el previsible anuncio de Nigel Farage, líder del UKIP de formar
grupo propio, toda vez que ya hacía tempo había cerrado cualquier
conversación y negociación con Marine Le Pen. UKIP avanzaba
en la incorporación de partidos “euroescépticos” y le ganaba el
terreno al grupo de Marine, lo que en gran medida es lógico
porque todos esos partidos “euroescépticos liberales” distan
muchos de reconocerse en los planteamientos sociales e identitarios
de FN-FPÖ-VB-LN.
El pulso entre los
euroescépticos de UKIP y los identitarios de FN-FPÖ-LN-VB se
mantenía tenso con cierta ventaja de UKIP que logró arrebatarles al
partido lituano Orden y Justicia, y al partido búlgaro. VRMO
(Organización Revolucionaria Interior de Macedonia), FPÖ siempre
había mantenido relaciones con otro partido nacionalista búlgaro,
Ataka, que en estas elecciones perdió su representación en
Estrasburgo. Este pulso se mantuvo hasta que se produjo el “golpe
de gracia”, a UKIP sólo le faltaba un país para cerrar su grupo,
y fue precisamente una disidente del FN (una “moderada” con las
que el partido quería dar “otra imagen”), Joëlle Bergeron
Guerpillon, la que traiciona la formación gala, uniéndose al
grupo de UKIP, de esta forma el grupo de UKIP contaba con un
eurodiputado de una pías más (Francia) y cumplía los requisitos
necesarios para constituir grupo propio.
Excluidos, Wilders y el
punto final.
Durante este proceso de
negociación muchos han sido –entre ellos muy especialmente Jean
Marie Le Pen y Mario Borghezio- los que han criticado la
precipitación de Marine es negarse “en cualquier caso” a
formar grupo con los griegos de Amanecer Dorado (3 diputados), los
húngaro de Jobbik (3 diputados) –que recordemos formaban parte de
ITS y AEMN- ni con Udo Voigt el eurodiputado del alemán NPD
(partido que tras más de 50 años lograba entrar en un Parlamento
superior al de los länder alemanes). Sólo con dos de esos partidos
ya hubiera podido formar grupo propio, pero –evidentemente- las
críticas de Jean Marie Le Pen y Mario Borgezho iban
aún más allá de esta coyuntura.
Sólo pocos días antes de
que terminar el plazo para lograr los requisitos necesario, se abrió
una posibilidad con el partido polaco Congreso de la Nueva Derecha
(todavía hubiera faltado un país más, pero se estaba más cerca de
lograr los 7), ante esa posibilidad Marine y el resto de
aliados sí quisieron contar con el aliado polaco, pero en esta
ocasión fue Wilders, del PVV holandés quien puso el veto a
esta formación, pretendidamente por “anti-semita”, días después
de estos hechos y cuando ya se había excedido el plazo para la
formación del grupo parlamentario, Wilders dejó su acata de
eurodiputado, para dedicarse a la política holandesa y cedió su
escaño al también miembro de su partido, Hans Jansen, queda
por ver si éste sigue manteniendo una relación de colaboración con
FN-FPÖ o finalmente termina por inclinarse hacia UKIP, como lo han
hecho el resto de “euroescépticos” sin más referencia
ideológica.
No queremos terminar este
artículo sin anunciar que en estos momentos están en curso más y
nuevas negociaciones, en caso de ser positivas, informaremos en un
próximo artículo.
Enric Ravello Barber
- En referencia a Gianfranco Fini
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