dijous, 23 de març del 2023

GALES THE LAND OF MY FATHERS.





 

 

 

Wales en inglés, de la palabra anglosajona wealas (extranjero), los galeses llaman a su país Cymru, que significa “país de camaradas” en galés. Gales (1) es el territorio céltico en el que más se usa la lengua autóctona, por encima de Escocia e Irlanda.

EL equipo galés es también es conocido como el “XV del Dragón”, en referencia al dragón que aparece en la bandera galesa, un símbolo de larga tradición y de profundas referencias. El dragón como símbolo, no hay duda de que fue introducido en Britania por las legiones romanas, y pronto pasó a formar parte del simbolismo autóctono céltico. En la época de las invasiones anglo-sajonas –siglos IV-V-, que harían a los britanos replegarse hacia el oeste de Gran Bretaña, es decir a Gales, el rey Uther Pendragón, escogió como símbolo de su dinastía el dragón de color rojo y de ahí lo heredó su hijo el mítico rey Arturo, de donde pasa a la bandera galesa.

 

 

 

Sin embargo, a diferencia de la selección de fútbol que también usa el dragón, la selección de rugby utiliza como escudo en su camiseta el símbolo del Príncipe de Gales, es decirla Corona con las plumas de avestruz y el lema en alemán Ich Dien (yo sirvo) como conmemoración de una batalla ganada por un príncipe de Gales –llamado el Príncipe Negro- al frente del ejército inglés –Gales ya había sido incorporada a Inglaterra en Francia. Muchos galeses no se sienten identificados con este símbolo, al que consideran demasiado inglés, y quieren ver en él –aunque no sea real, por muchos que algunas webs lo digan- tres puerros en conmemoración de una victoria de los galeses sobre los sajones en el siglo VI, insistimos no siendo esto real –no hay más que fijarse en el escudo- es cierto que la federación galesa ha hecho un diseño en las banderas que reparte para animar a Gales en los partidos internaciones –como se puede ver en las retransmisiones televisivas- suficientemente ambigua para que ambas interpretaciones puedan tener cabida y la leyenda en alemán ha sido eliminada del escudo.

 

Si hay algo que caracteriza al rugby galés, es el sentimiento con que en cada partido, jugadores y público cantan su himno nacional, el Hew Wlad Fy Nahadau (La tierra de mis padres, o más exactamente, El viejo país de mis padres), un himno lleno de emociones y de reivindicaciones. Para los curiosos diremos que la misma melodía y una letra muy similar los encontramos en la región francesa de Bretaña –que fue poblada por Gales a principio de la Edad Media- y en la región inglesa de Cornualles, que guarda una gran semejanza con Gales.

 



 

En Gales también tenemos atestiguado un juego anterior, el llamado cnapan, que puede considerarse como uno de los muchos precedentes del rugby.

Al igual que en Inglaterra y Escocia, el rugby en Gales comenzó siendo un deporte de los Colegios elitistas a mediados del siglo XIX, de hecho, el rugby a Gales a través del St David´s College de Lamperter, donde se fundó la primera Universidad británica, tras Oxford, Cambrigde y las universidades escoces.  Fue en 1850 cuando el reverendo Rowland Willims, quien había practicado el rugby en Cambrigde, introdujo el deporte oval, en el currículum de este prestigioso colegio. Desde Lamperter, extendiéndose desde ahí al resto de Colegios galeses, y fueron los alumnos de estos centros los que empezaron a fundar clubes de rugby por todo el país.

Sin embargo, la composición social de Gales, hizo que pronto esta situación cambiase respecto a la inglesa. La galesa era una sociedad en la que le círculo elitista era mucho más restringido que en Inglaterra, y además el país estaba en plena ebullición industrial, había una importante clase media y una dinámica clase trabajadora, que muy pronto incorporaron el rugby como deporte propio. Muy pronto el rugby se convirtió en un deporte interclasista en Gales, y en ese sentido “nacional”. Cada ciudad, pueblo e incluso barrio fundaba su propio equipo y los trabajadores emigrantes galeses –sobre todo en Inglaterra- fundaron sus propios clubes como muestra de su “galesidad”. Para dar una cifra diremos que en 1890 había más de 220 equipos… sólo en Cardiff. Geográficamente la zona más donde más enraizó el rugby fue el sur del país, donde se sitúa su capital Cardiff y su segunda ciudad, Swansea, desde ahí se propagó al norte del país.

El hecho de ser un deporte popular, jugado por personas que necesitaban de un trabajo laboral de 5 ó 6 días a la semana, motivó que la Federación Galesa de Rugby hiciera desde el principio la “vista gorda” con las ayudas económicas y laborales a los trabajadores-jugadores, fue una inteligente manera de evitar la ruptura del rugby galés como se dio en Inglaterra, donde el norte industria creó el Rugby Leage, es decir el rugby profesional a XIII. La RFU se comprometió a desarrollar y gestionar el rugby galés, y así logro que entre 1899 y 1909 Inglaterra no pudiera ganarle ni un solo partido.

El rugby fue uno de los elementos que ayudó el movimiento nacionalista galés de finales del XIX-principios del XX, un nacionalismo que no era independentista, sino que aspira al mismo reconocimiento que Inglaterra en el seno del Reino Unido. Nadie puede negar que le rugby se convirtió no solo en el deporte nacional del Gales, sino en el símbolo de la fuerza y la unidad de su pueblo.

Al igual que para el resto de naciones británicas, la Primera Guerra Mundial, tuvo un fuerte impacto sobre el rugby galés. Cuando ésta estalló en 1914, un aficionado galés declaró “el juego para el que nos hemos preparado durante tantos años, ha comenzado”, lo que confirma la naturaleza inicial del rugby como entrenamiento para crear una juventud capa… la RFU hizo un llamamiento a alistarse en los regimientos británicos, apelando a las cualidades guerras y patrióticas de los galeses, y así fue, los rugbiers galeses –como del resto de países- participaron masivamente en sus ejércitos, dando siempre ejemplo de valor. La PGM causó muchas bajas entre los jugadores de rugby, en Gales durante mediados de los años 20, ya se había superado eta crisis ,cuando vino una mucho mayor, la crisis económica de los años 30 que golpeó duramente a un país industrial y obrero como era Gales, durante esa década solo pudo ganar una vez a Inglaterra, números clubes tuvieron que cerrar, cerca de 500.000 personas (sobre una población de 2.000.000) tuvieron que emigrar, la Rugby League inglesa se llevó muchos jugadores galeses que necesitan ese sueldo para poder vivir. Cuando Gales parecía empezar a salir de la crisis, estalló la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) con el consiguiente impacto en el rugby galés.


Gales ganó los Grand Slams de 1950-1952 dirigidos magistralmente por su número 8, John Gwilliam, toda una referencia en el campo de juego y fuera de él por su caballerosidad. En los años 50 el rugby galés cambió al ritmo que lo hacía su sociedad, porcentualmente el número de mineros y obreros que jugaban con la selección del dragón fue bajando a favor del número de profesores y profesiones liberales, la sociedad galesa iba camino de la post-industrialización.

Mitad década de los 60 y la década de los 70, señalan el absoluto dominio de Gales en el rugby del hemisferio norte, ganando durante esos años 8 veces el torneo en solitario y dos de forma compartida. Gales nutría a los combinados tanto de los British Lyons como de los Barbarians, y fue precisamente un galés, Gareth Edward, quien logró el considerado mejor ensayo de la historia en el calificado como el mejor partido de rugby hasta la fecha, el Barbarians-Nueva Zelanda de 1973. El auge del profesionalismo provocó que entre 1975 y 1995 asistiéramos a cierto declive del rugby galés, que se había convertido aún más el deporte y el orgullo de todo un país, así recordamos la famosa arenga del capital Phil Bennet dio en 1977 a sus jugadores antes de saltar al césped de Arms Park. “Mirad lo que han hecho esos bastardos a Gales. Han cogido nuestro carbón, nuestra agua, nuestro acero. Compran nuestras casas y solo viven en ellas un par de semanas al año. ¿Y qué hemos recibido a cambio? Nada, nada en absoluto. Hemos sido explotados, violados, controlados y castigados por los ingleses…. Señores, contra ellos jugáis esta tarde-.  A principios de los 80, las figuras que hicieron albergar ciertas esperanzas como Jonathan Davis, Scott Gibbs y John Deveraux terminaron pasando al rugby a XIII.

 

 

La llegada del profesionalismo al rugby y el nuevo Torneo de las VI Naciones han dado nuevas energías al deporte oval galés, que hace pocos años volvió a vivir una “etapa dorada”, ganándolo en 2012 y 2013 y teniendo un destacado papel en el Mundial de 2011, donde una justificada expulsión imposibilitó a Gales ganar al semi-final a Francia y llegar a la final que todo el mundo del rugby esperaba: Nueva Zelanda Gales.

Con veintiocho victorias, Gales tiene el segundo mejor palmarés del Torneo, sólo por detrás de Inglaterra, que tiene una más. En 2019, 2021 los galeses arrollaron en el VII Naciones viviendo unos años de esplendor de una generación de jugadores irrepetible con el mítico Alun wyn Jones a la cabeza. Hoy la selección galesa se encuentra en un profundo momento de renovación, donde los veteranos ya no están a su nivel y los jóvenes no terminan de coger el relevo, típico cambio de ciclo en el rugby que Gales está atravesando con dificultades y malos resultados. Estamos seguros de que pronto volverán a ser la selección del nivel histórico y deportivo que les corresponde.

 

(1)  El término País de Gales, es un galicismo innecesario.

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