Terra Insubre es una revista identitaria lombarda que destaca por la amplitud de sus temas y por la profundidad y el rigor con que son tratados, siempre dentro de la más estricta línea ideológica. Editada en Varese (Lombardía) desde 1996 y está considerada “publicación de relevancia” por el Gobierno de Lombardía, una de las ventajas de que el mismo esté en manos de la LEGA.
Su número 95-96 (doble) guarda la estructura usual de la publicación.
En la primera parte destacamos los artículos “Il culto dei morti in terra orobica” dentro de la sección Tradición, en el que se hace una descripción de los cultos funerarios de la zona próxima a Bérgamo, cultos de antigua herencia y se ponen en relación con la de los cultos mortuorios del antiguo mundo céltico, del que esta región formó parte. También en esta primera parte tenemos el artículo “Squàsc, il signore degli incubi” dentro de la sección Folklore, uno más de la temática centrada en los tradicionales pequeños seres mitológicos que pueblan el espacio fantástico de Lombardía; en este caso el Squàsc, un duende que aparece durante la noche grabando signos de mal augurio en el pecho de los campesinos mientras duermen.
El Focus, es decir el tema central de cada número, trata en el presente del impacto de la arquitectura en el paisaje, de los artículos que componen dicho dossier, destaca muy especialmente el titulado “Sull´unità di paesaggio e tradizione”, del doctor en Física nuclear, Rolf Kosiek, en el que analiza la obra arquitectónica de Fritz Todt, el constructor de las autopistas en la Alemania de los años 30, refiriéndose a él como el ejemplo paradigmático de la armonización entre el paisaje y el equilibrio ecológico y la construcción de esta gran estructura de comunicación. El documentado artículo recoge algunas frases del propio Todt en las que dejan clara su sensibilidad y su visión social y popular de la arquitectura: “Dondequiera que el ingeniero construye, interviene en la esencia de la naturaleza, en el paisaje y en el suelo, en el contexto condicionado en el que la vida y la cultura de un pueblo toman forma (...) el suelo constituye la base del ser humano, la vida y la expresión de la cultura de un pueblo, por eso se requiere que el ingeniero ponga su obra al servicio de la cultura de su pueblo”. “El elemento más precioso de una carretera es y será nuestro paisaje, y si en los próximos años tenemos que construir debido a nuestras necesidades económicas –estructuras de comunicación, obras de ingeniería hidráulica- tendemos siempre presente mantener intacto el campo y el paisaje alemán, entendido como nuestro más excelso patrimonio”.
Gracias a la aportación de Todt las autopistas alemanas adoptaron desde el principio numerosas medidas ejemplares en el sentido ecológico y paisajístico que fueron rápidamente incorporadas por otros países.
Lamentablemente después de la Segunda Guerra Mundial las innovaciones de
Todt se dejaron de lado y se primó el interés económico en la construcción de las autopistas alemanas y europeas en general, de todos modos algunos de sus conceptos quedaron por décadas implícitos en la construcción de autopistas.
De la tercera parte de la revista –después del Focus- queremos destacar el artículo “L´epigrafía di area orobica tra celticità e romanità” –sección Antropología-, en el que un buen análisis de los antropónimos de esta zona norte de la península itálica durante la Romanidad, lleva inequívocamente a la conclusión –uno de los temas fuertes de esta revista en todos sus números- de que estamos hablando de una base de población céltica, que se mantiene demográficamente con muy pocas variaciones durante todo el ciclo histórico romano, aunque es fuertemente latinizada en los lingüístico y en lo cultural, “La sociedad galo-cisalpina fue transformada por la romanización, pero el testimonio epigráfico nos refleja que por mucho tiempo la cultura gallo-cisalpina sobrevivió y convivió con la romana”. Para curiosos en el tema, señalar que el artículo también recoge la presencia de seguidores de la religión de Mitra en la zona ya en época romana tardía.
A éste le sigue un artículo en la sección de Arqueología titulado “Fara Olivana e Caravaggio: arimannie longobarde nella Bergamasca”, donde también se trata otro de los puntos fuertes de esta publicación, la presencia arqueológica del pueblo lombardo -originario de Escandinavia- que es instaló en esta zona después de la caída de Roma, a la que le da el nombre actual.
Al final de la revista tenemos un artículo histórico “La battaglia di Maclodio, la fine dell´egemonia milanese sulla Padania”, donde nos habla de una derrota de la poderosa familia milanesa de los Visconti en el año 1427 y de cómo la zona oriental, las actuales áreas de Bérgamo y Brescia, pasan a control veneciano, lo que provocó que aún hoy en estas dos ciudades exista un dialecto lombardo aislado del resto. Y otro sobre heráldica, donde hace un recorrido iconográfico sobre la presencia de la serpiente viscontea en los escudos de la región bergamasca, y en la misma ciudad de Bérgamo, una ciudad donde cada rincón está lleno de arte y de historia, y que bien merece una pausada visita.
Como siempre el número se cierra con una receta de cocina la cocina local, en este caso el turno es para un dulce conocido llamado en lombardo “Ur disnaa da cà noscta”.
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