Una vez
públicas y difundidas por las redes sociales he leído muchos comentarios
positivos sobre las medidas anti-inmigración adoptadas por Boris Johnson.
¡Atención!
Como en todo hay que leer la letra pequeña. No son medidas contra la
inmigración en general, son medidas contra la inmigración de ciudadanos de la
UE, el resto de inmigrantes no se verá afectado. En este artículo defiende las
medidas de Johnson una hija de inmigrantes ugandeses, país que no se verá
sometido a estas restricciones.
En realidad,
son unas medidas provocadoras contra los europeos, que podrá dar lugar a
reacciones del mismo tipo en los países de la UE donde los británicos emigran
para pasar su jubilación; lo único que se conseguirá es parar la inmigración
europea para sustituirla por inmigrantes afro-asiáticos de la Commonwealth, que,
por cierto, todos hablan perfectamente el inglés. Todo ello reafirma un hecho,
la sustitución demográfica de los europeos en marcha, no es una cuestión que se
pueda reducir al hecho de hablar o no una lengua.
Las medidas
de Boris Johnson contra la inmigración europea, son un paso más en su voluntad
de hacer un Reino Unido más afro-asiático, llenándolo de inmigrantes de las
antiguas colonias.
Lo que hay
que definir es que las leyes británicas post Brexit sobre inmigración, se basan
en trabas para los europeos y facilidades para los afros-asiáticos, esta ha
sido la voluntad de los impulsores del Brexit desde el principio.
Yo
personalmente, no veo nada positivo, sino todo lo contrario.
Enric Ravello Barber.
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