Tal como
quedamos en el debate de mi post de agosto sobre Vilfredo el Piloso el Pilós y después de
haber leído el libro recomendando por Jordi Homs “Contrahistoria gótica” de F.
Fdez Maestre, retomo el tema con los siguientes puntos:
I
Efectivamente,
sin duda y tal como todos estamos de acuerdo, el concepto de la historiografía
española sobre la Reconquista, es parcial y ajeno a Cataluña; en realidad hubo
dos grandes “Reconquistas” como procesos absolutamente paralelos pero
diferentes.
La primera
sería la iniciada por Pelayo en Asturias y que terminaría con la conquista de
Granada, que dará origen a España y Portugal
La segunda
podemos establecer que iniciada por Wilfredo el Piloso y que da lugar a Cataluña
en su totalidad (Valencia y Baleares).
La
historiografía española ha intentado negar nuestro propio proceso, como una
estrategia más de negar la realidad nacional de Cataluña.
II
El elemento
mayoritario de la nobleza catalana que protagoniza esta Reconquista es gótico,
por lo tanto hay que establecer una línea de continuidad entre los godos y el
inicio de la realidad nacional catalana.
Hasta aquí
todos de acuerdo.
III
El problema
viene a la hora de analizar la Reconquista astur-española. Jordi Homs negaba la
naturaleza goda de la nobleza asturiana, asimilándola a cántabros y astures no
godos, y aportaba la lectura del mencionado libro. A este respecto sigo
manifestando mi no conformidad, por estos motivos:
Los primeros
estudios científicos sobre la naturaleza goda de Asturias son de finales del
XIX y principios del XX, analizando todos los aspectos del reino asturiano y
sus paralelismos en el mundo germánico, con libros como el del alemán J. Ficker
“Sobre el íntimo parentesco entre el derecho hispano-godo y el
noruego-islandés”. A principios del
siglo XX el historiador Claudio Sánchez Albornoz (por cierto, presidente de la
República española en el exilio) lo sistematizó todo en varias obras. Efectivamente
es a partir de 1965 cuando esto se pone en duda y se niega la filiación goda de
Asturias, por los historiadores marxistas Abilio Barbero y Marcelo Vigil, el
libro que comenta Jordi Homs es la recopilación y actualización de las tesis de
Barbero y Vigil por Fernández Maestra en los años 80.
Sin embargo,
en el año 2000 Armando Besga Marroquín publica su tesis doctoral “Orígenes
hispano-godos del reino de Asturias”, que cierra cualquier debate y desmonta la
tesis de la escuela Barbero-Vigil. Por resumir el contenido del libro:
Hipótesis de
Barbero y Vigil desmontadas:
1) La existencia del sistema gentilicio
entre astures y cántabros (M. C. GONZÁLEZ RODRÍGUEZ y J. SANTOS YANGUAS (eds.)
“Las estructuras sociales indígenas del Norte de la Península Ibérica” en
Revisiones de Historia Antigua I, Anejos de Veleia, Vitoria 1993)
2) La identificación de la Cantabria del
periodo visigodo con el territorio actual de La Rioja (A. BESGA, op. cit 2000,
pp. 137-152).
3) La confusión en las fuentes del periodo
visigodo entre cántabros y astures (A. Besga 1987).
4) Sistema cognaticio de elección
monárquica (A. BESGA op. cit. 2000 pp. 455-508)
5) La existencia de una tradición
cronística “local” reflejo de la tradición indígena.
Puntos
esclarecidos por la investigación:
1) Un muy importante grado de romanización
en los territorios de Asturias y Cantabria.
2) La inexistencia tanto de una situación
de independencia de ambos territorios durante el Bajo Imperio como de un limes
fortificado romano frente a esos pueblos.
3) El control político de los territorios
de Asturias y Cantabria por el reino gótico.
4) La inexistencia de campañas de saqueo
por parte de astures y cántabros hacia las tierras de la meseta durante el
reino gótico. Sólo Isidoro menciona una “rebelión” –y menor – de los astures
–por tanto ya sometidos- durante el reinado de Sisebuto.
5) Inmigración a las regiones de Asturias y
Cantabria de elementos étnicos góticos tras la desaparición del reino gótico y
espectacular aumento demográfico y aparición de tipologías de necrópolis de
tipo meseteño.
6) Prosecución de los estilos artísticos y
arquitectónicos hispano-visigodos en Asturias (I. BANGO TORVISO, “La alta Edad
Media. De la tradición hispanogoda al románico”.)
Es decir la
nobleza asturiana es tan goda como la catalana
IV
Habría un
último punto, en el que aún admitiendo que las dos noblezas fueran godas, la
“legítima sucesora de la realeza goda” sería la nobleza godo-catalana y no
godo-asturiana.
Sobre esto
una conclusión: ninguna de las dos partes puede ser considerada “legítima”
porque el modo de elección de los reyes godos no era por sucesión sino por
proclamación en la asamblea de la "gens goda", y esto o se da ni en el caso
asturiano ni en el catalán. Ahora bien, si hablamos de herencia biológica del
último rey godo, Ardo, es evidente que es mucho más posible (casi seguro) que
esa herencia estuviera en la nobleza godo-catalana.
Consideraciones:
Datos objetivos:
1) Durante todo el reino visigodo, la
soberanía recae sobre la “gens gothorum”
2) ¿Qué era la gens gothorum? Era un
concepto que poseía un claro concepto etno-jurídico: el grupo humano que poseía
tal autopercepción étnica
3) ¿Todos los godos, es decir, los
descendientes de tales, ejercían políticamente de hecho esa soberanía? No. En
los primeros tiempos de Tolosa, las fuentes mencionan con claridad todavía la
reunión de los hombres libres en armas para la elección real y otras
decisiones, pero durante el reino de Toledo, el grupo con poder de decisión
política se fue reduciendo en sentido aristocrático (magnates), pero, como se
afirma textualmente en el sexto concilio toledano, se requisito imprescindible
para ejercer la función real ser de sangre goda.
4) El sistema legal de nombramiento del
monarca será hasta el final del reino visigodo el sistema electivo.
5) A pesar del prestigio de algunas
estirpes (Baltos y Amalos especialmente) no regirá jamás el principio
hereditario.
La situación
tras la desaparición del reino gótico
Hechos:
1) El reino gótico desparece con su último rey
electo, Ardo, que muere en la zona de Septimania, de ahí que sus descendientes
sea lógico buscarnos en la nobleza godo-catalana y no en la asturiana. Después de él no se elige otro rey en la zona
septimana.
2) Las crónicas asturianas mencionan una
elección de Pelayo como "princeps", pero una menciona a los astures como
protagonistas de tal elección y otra a los magnates godos, ésta última, poco
fiable, con clara intención “gótico-legitimista”.
3) Esta desaparición del reino ni implicó
sin embargo la desaparición de la "gens gothorum".
4) Pero la soberanía de los territorios en
los que todavía habitan sus restos (zonas aquitanas, septimanas,
astur-cántabras o, ahora ya, andalusíes) ha pasado a otros sujetos políticos.
En la primera zona a la monarquía franca, en la segunda a la aristocracia de
los ducados visigodos de Asturias y Cantabria, que si bien cuenta con un fuerte
componente gótico nada prueba hasta hoy que hubiese sido gótica en su
totalidad, y en la tercera al poder musulmán.
5) En dos zonas se ha preservado la
“conciencia étnica” gótica (la primera y la segunda). En la primera (Catalunya),
las aristocracias góticas ejercerán el poder en un marco primero proto-feudal y
luego pleno-feudal franco. En la segunda (Asturias), las aristocracias de
origen gótico desarrollan todo un programa ideológico-político de restauración
neo-gótica (“neogoticismo”) como forma de autoprestigio pero sin legitimidad
política.
6) Los godos de Septimania no vuelven jamás
a elegir un rey a pesar de que la "gens gothorum" pervive como un ente
socio-jurídico particular junto a francos y galo-romanos. Los cargos políticos
condales son designados por el poder franco.
7) A pesar de los intentos de Sánchez
Albornoz por demostrar la pervivencia del sistema electivo en Asturias, la
realidad es que desde prácticamente el inicio se impone un sistema hereditario,
pero en ningún caso cognaticio como pretendieron Barbero y Vigil.
Conclusiones
evidentes de lo anterior:
Ninguno de los entes políticos nacidos en los
territorios del reino visigodo tras la desaparición, a pesar de contar entre
sus gentes a importantes contingentes en los social y lo demográfico de la "gens
gothorum", pueden reclamarse herederos legítimos del reino gótico, porque
ninguno de ellos ha preservado los elementos básicos y esenciales sobre los que
se construía dicho reino: la existencia de una "gens gothorum" homogénea y
dirigente (por un lado, a pesar de la fuerte presencia gótica entre la
aristocracia y los monarcas asturianos está por demostrar que dicha
aristocracia fuese gótica en su conjunto y por otro, la homogeneidad gótica en
Septimania no impide su situación de dependencia ante el poder franco) y un
sistema electivo del monarca que si bien subsidiado a los magnates
correspondería según la costumbre jurídica a la totalidad de los hombres de
armas (exercitus) de la "gens gothorum".
Enric Ravello Barber.
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