dijous, 5 de setembre del 2019

NOBLEZA GODA EN CATALUÑA Y ASTURIAS.




Tal como quedamos en el debate de mi post de agosto sobre Vilfredo el Piloso el Pilós y después de haber leído el libro recomendando por Jordi Homs “Contrahistoria gótica” de F. Fdez Maestre, retomo el tema con los siguientes puntos:

I
Efectivamente, sin duda y tal como todos estamos de acuerdo, el concepto de la historiografía española sobre la Reconquista, es parcial y ajeno a Cataluña; en realidad hubo dos grandes “Reconquistas” como procesos absolutamente paralelos pero diferentes.
La primera sería la iniciada por Pelayo en Asturias y que terminaría con la conquista de Granada, que dará origen a España y Portugal
La segunda podemos establecer que iniciada por Wilfredo el Piloso y que da lugar a Cataluña en su totalidad (Valencia y Baleares).
La historiografía española ha intentado negar nuestro propio proceso, como una estrategia más de negar la realidad nacional de Cataluña.

II
El elemento mayoritario de la nobleza catalana que protagoniza esta Reconquista es gótico, por lo tanto hay que establecer una línea de continuidad entre los godos y el inicio de la realidad nacional catalana.
Hasta aquí todos de acuerdo.


III
El problema viene a la hora de analizar la Reconquista astur-española. Jordi Homs negaba la naturaleza goda de la nobleza asturiana, asimilándola a cántabros y astures no godos, y aportaba la lectura del mencionado libro. A este respecto sigo manifestando mi no conformidad, por estos motivos:

Los primeros estudios científicos sobre la naturaleza goda de Asturias son de finales del XIX y principios del XX, analizando todos los aspectos del reino asturiano y sus paralelismos en el mundo germánico, con libros como el del alemán J. Ficker “Sobre el íntimo parentesco entre el derecho hispano-godo y el noruego-islandés”.  A principios del siglo XX el historiador Claudio Sánchez Albornoz (por cierto, presidente de la República española en el exilio) lo sistematizó todo en varias obras. Efectivamente es a partir de 1965 cuando esto se pone en duda y se niega la filiación goda de Asturias, por los historiadores marxistas Abilio Barbero y Marcelo Vigil, el libro que comenta Jordi Homs es la recopilación y actualización de las tesis de Barbero y Vigil por Fernández Maestra en los años 80.

Sin embargo, en el año 2000 Armando Besga Marroquín publica su tesis doctoral “Orígenes hispano-godos del reino de Asturias”, que cierra cualquier debate y desmonta la tesis de la escuela Barbero-Vigil. Por resumir el contenido del libro:

Hipótesis de Barbero y Vigil desmontadas:
1)        La existencia del sistema gentilicio entre astures y cántabros (M. C. GONZÁLEZ RODRÍGUEZ y J. SANTOS YANGUAS (eds.) “Las estructuras sociales indígenas del Norte de la Península Ibérica” en Revisiones de Historia Antigua I, Anejos de Veleia, Vitoria 1993)
2)        La identificación de la Cantabria del periodo visigodo con el territorio actual de La Rioja (A. BESGA, op. cit 2000, pp. 137-152).
3)        La confusión en las fuentes del periodo visigodo entre cántabros y astures (A. Besga 1987).
4)        Sistema cognaticio de elección monárquica (A. BESGA op. cit. 2000 pp. 455-508)
5)        La existencia de una tradición cronística “local” reflejo de la tradición indígena.

Puntos esclarecidos por la investigación:
1)        Un muy importante grado de romanización en los territorios de Asturias y Cantabria.
2)        La inexistencia tanto de una situación de independencia de ambos territorios durante el Bajo Imperio como de un limes fortificado romano frente a esos pueblos.
3)        El control político de los territorios de Asturias y Cantabria por el reino gótico.
4)        La inexistencia de campañas de saqueo por parte de astures y cántabros hacia las tierras de la meseta durante el reino gótico. Sólo Isidoro menciona una “rebelión” –y menor – de los astures –por tanto ya sometidos- durante el reinado de Sisebuto.
5)        Inmigración a las regiones de Asturias y Cantabria de elementos étnicos góticos tras la desaparición del reino gótico y espectacular aumento demográfico y aparición de tipologías de necrópolis de tipo meseteño.
6)        Prosecución de los estilos artísticos y arquitectónicos hispano-visigodos en Asturias (I. BANGO TORVISO, “La alta Edad Media. De la tradición hispanogoda al románico”.)

Es decir la nobleza asturiana es tan goda como la catalana

IV
Habría un último punto, en el que aún admitiendo que las dos noblezas fueran godas, la “legítima sucesora de la realeza goda” sería la nobleza godo-catalana y no godo-asturiana.
Sobre esto una conclusión: ninguna de las dos partes puede ser considerada “legítima” porque el modo de elección de los reyes godos no era por sucesión sino por proclamación en la asamblea de la "gens goda", y esto o se da ni en el caso asturiano ni en el catalán. Ahora bien, si hablamos de herencia biológica del último rey godo, Ardo, es evidente que es mucho más posible (casi seguro) que esa herencia estuviera en la nobleza godo-catalana.

Consideraciones:
Datos objetivos:
1)        Durante todo el reino visigodo, la soberanía recae sobre la “gens gothorum”
2)        ¿Qué era la gens gothorum? Era un concepto que poseía un claro concepto etno-jurídico: el grupo humano que poseía tal autopercepción étnica
3)        ¿Todos los godos, es decir, los descendientes de tales, ejercían políticamente de hecho esa soberanía? No. En los primeros tiempos de Tolosa, las fuentes mencionan con claridad todavía la reunión de los hombres libres en armas para la elección real y otras decisiones, pero durante el reino de Toledo, el grupo con poder de decisión política se fue reduciendo en sentido aristocrático (magnates), pero, como se afirma textualmente en el sexto concilio toledano, se requisito imprescindible para ejercer la función real ser de sangre goda.
4)        El sistema legal de nombramiento del monarca será hasta el final del reino visigodo el sistema electivo.
5)        A pesar del prestigio de algunas estirpes (Baltos y Amalos especialmente) no regirá jamás el principio hereditario.

La situación tras la desaparición del reino gótico
Hechos:
1)        El reino gótico desparece con su último rey electo, Ardo, que muere en la zona de Septimania, de ahí que sus descendientes sea lógico buscarnos en la nobleza godo-catalana y no en la asturiana.  Después de él no se elige otro rey en la zona septimana.
2)        Las crónicas asturianas mencionan una elección de Pelayo como "princeps", pero una menciona a los astures como protagonistas de tal elección y otra a los magnates godos, ésta última, poco fiable, con clara intención “gótico-legitimista”.
3)        Esta desaparición del reino ni implicó sin embargo la desaparición de la "gens gothorum".
4)        Pero la soberanía de los territorios en los que todavía habitan sus restos (zonas aquitanas, septimanas, astur-cántabras o, ahora ya, andalusíes) ha pasado a otros sujetos políticos. En la primera zona a la monarquía franca, en la segunda a la aristocracia de los ducados visigodos de Asturias y Cantabria, que si bien cuenta con un fuerte componente gótico nada prueba hasta hoy que hubiese sido gótica en su totalidad, y en la tercera al poder musulmán.
5)        En dos zonas se ha preservado la “conciencia étnica” gótica (la primera y la segunda). En la primera (Catalunya), las aristocracias góticas ejercerán el poder en un marco primero proto-feudal y luego pleno-feudal franco. En la segunda (Asturias), las aristocracias de origen gótico desarrollan todo un programa ideológico-político de restauración neo-gótica (“neogoticismo”) como forma de autoprestigio pero sin legitimidad política.
6)        Los godos de Septimania no vuelven jamás a elegir un rey a pesar de que la "gens gothorum" pervive como un ente socio-jurídico particular junto a francos y galo-romanos. Los cargos políticos condales son designados por el poder franco.
7)        A pesar de los intentos de Sánchez Albornoz por demostrar la pervivencia del sistema electivo en Asturias, la realidad es que desde prácticamente el inicio se impone un sistema hereditario, pero en ningún caso cognaticio como pretendieron Barbero y Vigil.

Conclusiones evidentes de lo anterior:
 Ninguno de los entes políticos nacidos en los territorios del reino visigodo tras la desaparición, a pesar de contar entre sus gentes a importantes contingentes en los social y lo demográfico de la "gens gothorum", pueden reclamarse herederos legítimos del reino gótico, porque ninguno de ellos ha preservado los elementos básicos y esenciales sobre los que se construía dicho reino: la existencia de una "gens gothorum" homogénea y dirigente (por un lado, a pesar de la fuerte presencia gótica entre la aristocracia y los monarcas asturianos está por demostrar que dicha aristocracia fuese gótica en su conjunto y por otro, la homogeneidad gótica en Septimania no impide su situación de dependencia ante el poder franco) y un sistema electivo del monarca que si bien subsidiado a los magnates correspondería según la costumbre jurídica a la totalidad de los hombres de armas (exercitus) de la "gens gothorum".



Enric Ravello Barber.

























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