El pasado 30
de julio, la periodista de la sección de internacional del diario EL PAÍS, Natalia Sancha escribía un
interesante artículo titulado “Hezbolá le aplica la lección siria a Al Qaeda”, y
es sobre todo interesante no tanto por lo que cuenta –que lo es- sino por las
alianzas estratégicas que se evidencia de la lectura del mismo.
Sancha nos
cuenta cómo el milicia chiita Hezbolá ha expulsado dela zona fronteriza entre
el Líbano y Siria a Al Nursa, la rama
local de la organización integrista wahabita Al Quaeda, y ha sido precisamente
ellos y no el ejército libanés, que cada vez tiene un papel más secundario ante
la imparable ascensión de Hezbolá y su capacidad de guerra, hoy la primera
fuerza armada de facto en el Líbano.
Los mandos
de Hezbolá dicen que están dispuestos a colaborar con el ejército libanés en la
lucha contra el integrismo, a la vez que recuerdan que ha sido la milicia chií
la que ha tenido mayor número de bajas contra el ISIS y la que militarmente ha
sido más activa en su expulsión de suelo sirio, de hecho un miliciano declara:
“Si no nos hubieran frenado los políticos en cinco días habríamos acabado con
el ISIS”.
Hezbolá en
primera línea, con el apoyo del ejército sirio y el libanés es sin duda el
cuerpo militar más efectivo contra la expansión del islamismo en la zona. Precisamente el ejército israelí atacaba hace
pocos días al ejército libanés en el Valle de la Beca, mientras que sus
enfrentamientos con Hezbolá son constantes.
La
conclusión es que las supuestas alianzas que hacen algunos medios y algunos
“identitarios” en Europa occidental, son absolutamente falaces: Israel no es un "aliado" contra el islamismo radical; Hezbolá, Irán y
Al-Asad con el apoyo de Rusia- son los que combaten el islamismo del ISIS y de
Al-Qaeda financiado por Arabia Saudita, aliado de Estados Unidos, y es en este
eje en el que se sitúa el Estado de Israel, al que algunos casi de forma
cómica, consideran una enemigo del islamismo-wahabita.
Enric
Ravello.
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