Con fecha de 28 de agosto, publicaba el diario digital vozpopuli un artículo titulado Occidente muere en Kabul: China ya domina el mundo (1)
Comparto la tesis central de su contenido: La retirada de Afganistán es un fracaso sin precedentes de Estados Unidos. Se trata de un nueva escena de la obra de teatro mundial a la que estamos asistiendo: la caída inexorable de la antigua potencia Estado Unidos y el ascenso imparable de la nueva: China. Eso a lo que algunos llaman “mundo multipolar” pero que en realidad es un momento de transiciones entre dos escenarios unipolares, si Rusia no logra evitarlo.
Ahora bien, el autor y ese su referente que no es otro que ese ideólogo del Pentágono llamado Francis Fukuyama –el hombre que nunca acierta- hacen afirmaciones que merecen ser comentadas:
Lo que ellos llaman “Occidente” no es más que la sumisión absoluta y ridícula de Europa a EEUU. El Occidente de Joe Biden –y próximamente e la nefasta Kamala Harris- de la ideología LGTB, del ultra-capitalismo neo-liberal, del BLM, el Occidente que quiere a los descendientes de europeos de todo el mundo avergonzados y arrodillados pidiendo perdón por nuestro pasado. Existe otro concepto de Occidente, antitético a éste y que haría referencia a la unidad de todas las civilizaciones de origen europeo que existen en el mundo. Pero en este artículo, como en muchos otros el concepto de occidente que se usa es el primer, tema de otro artículo será profundizar en este doble y antitético contenido del término Occidente. Así que si cae EEUU como potencia mundial y con él la ideología mundialista de la que EEUU es su brazo armado, b y ese escenario puede cambiar, por mi parte, bienvenido sea esta caída que podría provocar un cambio de escenario mundial en el que Europa –de Lisboa a Vladivostok- podría tener un papel geopolítico
El 11-S no fue el inicio de la decadencia de EEUU, fue el inicio de la enloquecida aventura de los “neo-con” (ex trozskistas en su mayoría) que pensaron que EEUU podría aguantar una guerra total “contra el mal”, es decir, intervenir donde les diera la gana. Lo hicieron en Irak atacando a uno de los pocos regímenes anti-islámicos de la zona, es régimen de Saddam Hussein y su partido Baaz. El resultado de la intervención de EEUU ha sido la una inestabilidad absoluta en la zona, de la que una de sus consecuencias ha sido el nacimiento del ISIS. Recordemos que entre las mentiras y manipulaciones que se usaron para “legitimar” esa guerra guarda un lugar destacado las del ex presidente español, José María Aznar que prometió estás absolutamente seguro de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak: los delirios siempre van acompañados de alucinaciones.
La segunda intervención fue la invasión de Afganistán, donde estos días hemos visto la patética arriada de la bandera de las barras y estrellas. Seamos claros: los “neo-con” han sido un grupo de criminales que sólo ha provocados muertes inútiles y ha sembrado un caos en el Medio y Próximo Oriente que durará décadas-
Es cierto que el principal motivo de la decadencia de los EEUU es interno: fractura política, racial, y geográfica: centro/periferia. China tiene una enorme ventaja al ser una población casi en su totalidad homogénea, la etnia han, y donde las minorías (uigur, tibetana, mongola y manchú son absolutamente periféricas al poder y marginales a los órganos de Gobierno).
No es cierto para nada que Putin/Rusia sean títeres de China en absoluto como dice el autor. Para la prensa liberal-mundialista todos lo que no asuman su proyecto globalista-liberal, forman parte de eso que llamaron alguna vez “el eje del mal”, pero Rusia y China mantienen estratégicas geopolítica totalmente diferentes, aunque eviten enfrentamientos y fomenten la cooperación mutua.
En su lógica liberal-mundialista el autor del artículo califica a los nacionalismos que han llegado al poder en países de Europa central (Hungría y Polonia por ejemplo) como “enemigos”, y efectivamente lo son para él, pero es que solo esos nacionalismo tienen algunos puntos ideológicos y prácticos que pueden oponerse al domino mundialista Europa. Aunque para ello Orbán y Morawiecki deberían asumir la dimensión europea de ese nacionalismo, algo de lo aún están muy lejos. ¿Es tan difícil entender que si Europa no se une, seremos una colección de enanos insignificantes?
Y por último, sí, efectivamente China ha encontrado la fórmula mágica, economía “capitalista” (es decir que funcione, no como la comunista) pero sometida a un poder político central, ágil en las decisiones y con criterio geopolítico y visión de futuro, que ideológicamente se nutre de cierto comunismo en versión china, un nacionalismo con vocación de dominio mundial y cada vez más un neo-confucionismo de base tradicional. Una fórmula imparable.
https://www.vozpopuli.com/opinion/occidente-muere-china-domina.html
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