Theresa May,
líder del partido conservador, cometió un grave error estratégico -el segundo
consecutivo para su partido- al adelantar las elecciones británicas, esperando
conseguir un gran apoyo popular para impulsar el "Brexit duro" que
ella y su partido defienden. Los resultados han sido muy diferentes: los
ciudadanos británicos no le han apoyado, y no sólo eso sino que las encuestas
dicen que si se repitiera el referéndum los británicos optarían claramente por
permanecer en la UE. El error de May ha puesto en grandes dificultades a su
partido, que tendrá difícil gobernar, y a ella misma que ya es llamada por los
medios de comunicación y por algunos políticos rivales como "un cadáver
político".
El partido
Conservador consiguió el 42% de los votos y se queda en 318 diputados,
perdiendo 12. El partido Laborista con el 40% de votos saca 261 escaños ganando
29, mientras que los Liberal-Demócratas, que hicieron una dura campaña contra
el "Brexit" pasan de 8 a 12 escaños en el Parlamento de Westminster.
Con ninguna
de estas tres fuerzas puede pactar el partido Conservador su programa. El jefe
laborista ya ha pedido su dimisión y desde luego no parece en absoluto
dispuesto a darle su apoyo y la misma posición es la del partido
Liberal-Demócrata. La defensa de un "Brexit duro" ha dejado aislado
al Partido Conservador en la escena parlamentaria británica.
UKIP
UKIP pierde
el único diputado que tenía y baja del 11.6 al 1.8. Nunca me gustó este partido
creado por la City para sacar al Reino Unido de la UE.
Por un tiempo
ha intentado engañar con su dudoso mensaje anti-inmigración, ahora quedan
claras las palabras de su fundador: "hemos nacido para acabar con el
BNP".
Ahora es el
momento de recomponer las fuerzas en el muy dividido panorama nacionalista
anti-inmigración británico. Tienen el campo libre.
ESCOCIA.
Desastre por
SNP en las elecciones británicas.
El
"nacionalismo" escocés pasa de 56 a 34 diputados, y pierde toda la
fuerza negociadora.
Hay dos
factores a tener en cuenta.
Convocar
otro referéndum para perderlo, no es muy ilusionante para un electorado escocés
cansado. El SNP fue quien admitió el censo para el anterior referéndum permiten
votar ingleses e inmigrantes extra-europeos, lo que significa perder cualquier
referéndum sobre la independencia de Escocia antes de que se celebre.
-El
pseudo-nacionalismo del SNP ha venido acompañado de un mensaje a favor de la inmigración
masiva y de una "Escocia para todos"; unas millas más al sur ha
habido atentados mortales islamistas, los escoceses no les entusiasma la idea
de una Escocia multi-cultural, es decir llena de musulmanes, como defiende el
SNP.
El mismo
Alex Salmond, el hombre que impulsó el referéndum en Escocia, pierde su escaño
a favor del candidato conservador.
IRLANDA DEL
NORTE.
En Irlanda
del Norte, el voto se polariza en los dos partidos más radicales de las dos
comunidades, la nacionalista-irlandesa-republicana y la
escocesa-unionista-británica, consiguiendo la primera un 1.0% de los votos y la
segunda un 1.2% en el conjunto británico.
En el lado
nacionalista irlandesa el SDLP (moderado) pierde los 3 escaños que tenía,
mientras que el Sinn Fein (radical) consigue 7, es decir 3 más de los que
tenía. En el lado unionista británica, el Partido Unionista del Ulster (UUP) se
queda sin diputados al perder los dos que tenía, mientras que el Partido
Democrático del Ulster (DUP), obtiene 10, sumando dos a los que ya tenía.
Cabe
mencionar que una vez vistos los resultados, el único partido con el que May
podría contar para lograr un gobierno mayoritario en Westminster es el DUP,
pero hay que tener en cuenta que en el referéndum sobre el Brexit, Irlanda del
Norte votó no, así si el UUP apoya este "Brexit duro" propuesto por
May, la situación se puede complicar aún más de lo que ya están en Irlanda del
Norte.
Por su parte
en Gales, el Plaid Cymru consigue mantener sus 3 escaños.
Puede que el
balance más realista de las elecciones sea el del líder laborista Jeremy
Corbyn, al afirmar que antes de final de año se habrán de convocar nuevos
comicios.
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