Las
elecciones del pasado fin de semana han dejado una clara lectura política: AfD
se convierte en la segunda fuerza en Mecklemburgo-Pomerania.
El land de origen de Angela Merkel, donde la humillación de su partido, el CDU,
se hace doblemente dura, por esta misma circunstancia, y que además confirma
que la CDU sigue sin asentarse en los länder de la antigua RDA, donde nunca ha
logrado que su discurso conservador-multicultural, penetre.
AfD
demuestra, por el contrario, que es una fuerza emergente y que se va a
convertir en el principal actor político de estos Lander orientales. En marzo
de este año, ya logró el 21,5% de votos en
Sajonia-Anhalt; el 21% logrado en Mecklemburgo-Pomerania reafirma esta
tendencia. Es importante destacar que en Mecklemburgo-Pomerania, AfD ha logrado
arrancar un muy importante número de votos a los neo-comunistas de Die Linke.
Así las cosas, el este de Alemania, se convierte en un territorio donde los
socialdemócratas del SPD y la AfD lucharán por los primeros y segundos puestos
en cada Lander.
Las clases
populares europeas manifiestan electoralmente su rechazo a las políticas
pro-inmigracionista de la derecha liberal y de la izquierda demagoga. Una
realidad que se constata en cada cita electoral y que se confirma una vez más
en Mecklemburgo-Pomerania, donde una clase obrera con fuerte componente
nacionalista ha votado así:
El 39% de
los obreros lo han hecho en calve nacionalista. Siendo AfD el primer partido
obrero con un23%, a los que hay que
sumar el 6% que voto por el otro partido nacionalista (NPD).
Porcentaje
idéntico al que encontramos entre los parados, de los que un 39% también ha
votado nacionalista: 29% a la AfD y 10% al NPD, partido que se quedó en un 3%,
no llegando al 5%, la mínima barrera necesaria para acceder al parlamento
regional, del que se queda fuera después de 15 años; la única nota negativa de
la jornada electoral, pero es evidente que el voto nacionalista esta vez se ha
concentrado en la AfD.
Pero la AfD
no sólo avanza en los länder del Este, siempre más receptivos a los partidos
nacionalista, sino que es capaz de lograr importantes resultados y entrar con
fuerza en Alemania occidental, el 10% logrados en Renania-Palatinado y el
12.5% de Baden-Würtemberg del pasado mes
de marzo, confirman que AfD será un fenómeno político nacional alemán. Las encuestas
ya la dan un 10% para las próximas elecciones alemanas, lo que significaría
tres cosas realmente trascendentes: convertirse en la tercera fuerza política
alemana, y que por primera vez desde 1945 un partido nacionalista esté presente
en el Bundestag.
Enric
Ravello.
0 commentaires