dimarts, 12 d’octubre del 2021

ZEMMOUR, MARINE LE PEN, ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN LA CAMPAÑA PARA LAS PRESIDENCIALES FRANCESAS?



  Éste no es un artículo sobre la figura política de Éric Zemmour, sino sobre el impacto sociológico que sus declaraciones sobre la inmigración y la posibilidad de su candidatura a las elecciones presidenciales francesas han provocado.

7 de octubre, las encuestas para las presidenciales francesas de mayo dan un 17% para Éric Zemmour y un 15% para Marine Le Pen. Aunque el polemista no ha hecho aún oficial su candidatura, la posibilidad de que así sea ha hecho que hace un tiempo aparezca en las encuestas, su crecimiento vertiginoso.  En la encuesta referida la suma de los dos candidatos calificados de “extrema derecha” da un 32%, un tercio de los franceses.

Lo que aún es más impactante para la segunda vuelta, a la que según esa encuesta pasarían la segunda vuelta Macron y Zemmour. En este segundo turno el  resultado sería favorable al primero con un 55% frente a un 45%. Es decir el 45% de los franceses estarían dispuestos a votar en la segunda vuelta a un candidato que afirmar cosas –tan ciertas- como éstas: “es necesario parar la inmigración legal e ilegal e invertir los flujos implementando una política de re-migración”. No se puede decir más claro y más rotundo.

 

La trampa de la moderación.

Durante estos últimos años  han sido varios nacionalistas los políticos y pensadores del ámbito nacionalista francés, que empezaron a decir que esto no es un tema de inmigración ilegal, ni de integración ni de sociedad multicultural. Constatando la realidad de una forma fría y clara, diagnosticaron que está en marcha un proceso de sustitución de la población blanca francesa por inmigrantes no blancos. De entre ellos podemos destacar a Renaud Camus, quien acuñó el término de “gran replacement”, y al ex eurodiputado del Front National, actual director del Institute Iliade, Yves Le Gallou.  Marine Le Pen se desmarcó de esas “exageraciones” y tachó a la idea del “gran replecement” de “teoría del complot”.

 

La moderación: ¿un camino a la desaparición?

Marine tuvo desde el principio la idea de “moderar” el FN para llegar a convertirse presidenta de Francia. Pensaba que el mensaje de su padre era demasiado radical en inmigración y empezó a rebajarlo.

La última vez que se presentó su padre a las presidenciales franceses, ella fue la directora de la campaña electoral. Entonces empezó a aplicar su receta. Diseño muchos carteles protagonizados por miembros de las “minorías étnicas” y  organizó un acto en Argentuille –símbolo de los barrios de la periferia parisina ocupado por descendientes de inmigrantes- y animó a su padre a decir que ellos también eran parte de Francia y del programa político “lepenista” (1). El resultado fue claro Jean Marie Le Pen se quedó en un 10%; cinco años antes había alcanzado el 16% y sellado su pase a la segunda vuelta.

Cuando en 2011 Marine Le Pen fue elegida presidenta del partido agudizó en la misma línea de moderación. Su evolución en el discurso migratorio fue  evolucionando hacia posiciones casi idénticas a las de los partidos de derecha y de izquierda convencionales. Ahora las ideas-fuerza del FN pasaban a ser: "hay inmigrantes que se integran", "hay un islam compatible", "se tiene que vigilar la inmigración ilegal”, “los que hay aquí ya son franceses”… Mucha gente en el Reagrupamiento Nacional, nombre con el que Marine rebautizó el FN, cuyas siglas le parecían “·comprometidas” criticaba esta evolución. Esto provocó que muchos se fueran del partido, pero Marine seguía consiguiendo buenos resultados electorales. De hecho era la única que elevaba mínimamente la voz en el tema inmigratorio, y sin competencia en ese terreno, lograba mantener un buen nivel de votos.
En las elecciones municipales  del pasado junio,  Marine insistió en el tema de la "integración" y del “islam compatible”, y del “control de la inmigración ilegal”. Pero ahora algo cambió: el resultado electoral fue muy malo.

Lo peor estaba por llegar. Las encuestas para las presidenciales que se publicaron inmediatamente después de las regionales, daban claramente el pase a la segunda ronda a Macron y a Marine Le Pen, con un porcentaje de entre el 21-23%. A pocas semanas de que se empezara a hablar de la posible candidatura de Zemmour, las encuestas le dan un 17% y el pase a la segunda vuelta. Marine se queda en el 15%, y quedaría eliminada en la primera vuelta, eso supondría un durísimo golpe de su carrera política, que puede agravarse aún más si los candidatos del RN no logran representación parlamentaria en las legislativas de junio.

Afrontar la inevitable “demonización” con miedo o con valentía y asumiendo un discurso duro, es lo que ha provocado este vuelco político en Francia. (3)

 

¿”Controlar la inmigración ilegal o hablar de sustitución demográfica y re-migración? La verdad se impone al miedo.

 

Serge Ayoub, un duro militante de los años 80-90 lo ha descrito de forma muy clara: “hace muchos años que Marine Le Pen ha descuidado a su “derecha” diciendo: ¿de todas maneras a quién más pueden votar? Ahora, ya lo sabe”. Marion Marechal, ha coincidido con Zemmour en una reciente reunión en Budapest, dejando abierto su apoyo al mismo en la contiende electora. Por su parte Jean Marie Le Pen –que llegó a ser excluido del partido por su hija- tras una cena con su mujer, Zemmour y Ursula Painvin, hija de Joachim von Ribbentrop, el ministro de Asuntos exteriores del III Reich y gran amiga del matrimonio Le Pen, declaró estar dispuesto a apoyar a Zemmour si este adelantaba a Marine en las encuestas. Añadiendo que éste ha ocupado el terreno que su hija ha dejado libre en su camino hacia la moderación.

“Cuando en un barrio, una población persigue a otro, yo llamo a eso colonización. Esta colonización se está haciendo por el demografía y por la violencia”.

“Los militantes LGTBI deben ser expulsados de los colegios. La ideología LGTBI es una ideología criminal importada de los Estados Unidos”

“Marine no ha impuesto el debate sobre el fin de nuestra civilización. Ella habla de otras cosas. Cuando tiene la ocasión ella prefiere hablar de la UE, del euro, pero nunca de esta cuestión. Su turno ha pasado”.

“Marine Le Pen ha abandonado el discurro que había heredado de su padre. Todos los errores se pagan”.

“El islam no es compatible con Francia”.

Son declaraciones de Zemmour, quien habla claramente de repatriaciones y de remplazo de población. Quien ya cuenta con el apoyo de Camus y Yves Le Gallou. La pregunta es ¿reaccionará Marine? De momento parece no hacerlo, referirse solo a la inmigración ilegal es algo tan absurdo como trasnochado, el problema de los franceses de hoy es que  hay “otros franceses” hijos y nietos de inmigrantes legales, que conquistan sus barrios, imponen su religión y amenazan con dar un vuelto demográfico irreversible en los próximos veinte años.

De momento Marine no hace más que complicar aún más su difícil situación con declaraciones como:

“Yo no me opongo ideológicamente a la inmigración. Si mañana Francia necesita llamar a inmigrantes, lo haré”.

“Apelo a la izquierda a unirse para hacer barrera al candidato de la extrema derecha (Zemmour)”.

A la vez que incluye en su programa un referéndum sobre la abolición del derecho de suelo y por endurecer las condiciones de “asimilación”. Probablemente demasiado tarde y demasiado ambiguo para frenar la marea Zemmour. Dentro de su partido (RN) empiezan a visualizarse fracturas. Por un lado  el actual Presidente Bardella  -ella ha dejado el cargo para centrarse en las presidenciales- que frecuentemente se ha referido a los suburbios poblados por islamo-africanos como “barriadas patrióticas”, ataca la “radicalidad” de Zemmour. Por otro, el eurodiputado Nicolas Bay –siempre más firme en sus planteamientos”- afirmo esta semana: “Cada año millones y millones de inmigrantes llegan a suelo europeo. ¿Nuestro objetivo? Terminar con la inmigración, y también revertir la tendencia: debemos organizar el retorno hacia sus países de origen”.

Hay una cosa indiscutible, la sustitución de la población, la re-migración, la reversión de los flujos de llegada de población del tercer mundo, la conquista y reconquista de los barrios y ciudades europeos, están ya en el debate político francés y muy pronto en el de todos los países de Europa occidental. Ésta es la realidad que hay que afrontar con valentía y sin complejos, los que no estén dispuestos a aceptar este reto, desaparecerán progresivamente de la escena política. La realidad han cambiado, los discursos también. Malos tiempos para la lírica.

Final del formulario

 

 

 

 

(1)    https://www.lemonde.fr/societe/article/2007/04/06/a-argenteuil-jean-marie-le-pen-denonce-ceux-qui-veulent-karcheriser-la-banlieue_892648_3224.html

(2)    https://www.enricravellobarber.eu/2021/07/segundo-turno-de-las-elecciones.html#.YWWufHrtbIU

(3)    https://www.polemia.com/zemmour-versus-marine-le-pen-la-diabolisation-sy-soumettre-ou-y-faire-face/

 

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