Estados Unidos se hace fuerte en el Pacífico creando una alianza militar con Reino Unido y Australia, en clave anti-China. La tensión en la zona pacífica entre las dos grandes potencia mundiales (China y Estados Unidos) ha crecido de intensidad las últimas semanas, reviviéndose tensiones por un tema que enfrenta a Washington con Pequín desde hace décadas: la soberanía de la isla de Taiwán, que China reclama como territorio propio y sobre la que Pequín ha puesto fecha límite para su completa incorporación: 2049, año del centenario de la proclamación de la República Popular China.
No estamos ante una decisión puntal del actual presidente Joe Biden, sino solo ante la continuación de lo que anunció Obama, el centro geoestratégico mundial se traslada al Pacífico y Estados Unidos se traslada al nuevo principal escenario mundial. Según dijo el propio Barack Obama el 60% de la flota de guerra estadounidense debería situarse en ese Océano.
La alianza militar AUKUS (Australia+UK+USA) es más la búsqueda de aliados por parte de EEUU en la zona para contrarrestar el poder chino. Como es lógico sus primeros y más fieles aliados los va a buscar en el mundo anglo-sajón (1). Australia, ha tenido que elegir entre su primer aliado comercial (China) y su primer aliado militar (EE.UU), con que le unen lazos culturales y étnicos que ha sido determinantes, lazos que comparten con la común “madre patria” británica.
Esta alianza del Pacífico ya incluye -siguiendo esa misma lógica de búsqueda de aliados- a Canadá y Nueva Zelanda (la llamada Five Eyes), que probablemente se incorporen de lleno a la alianza militar en un próximo futuro. En la estrategia de los EEUU, esto supone un nuevo paso en su clara estrategia: el abandono de Europa occidental. Los escenarios han cambiado y el Atlántico ya es un océano secundario.
Francia, que es hoy la única voz de Europa en política internacional, ha reaccionado contra la decisión de Australia, Lo ha hecho por dos motivos puntuales: el incumplimiento del contrato sobre submarinos nucleares firmado entre París y Canberra, que ahora los comprará a Estados Unidos, y su no inclusión en la estrategia militar del Pacífico que deja a sus posesiones en este Océano desprovista del paraguas militar del Pentágono (2) Pero Francia sabe que el motivo de fondo es que Francia, como toda Europa, pasa a un nivel secundario o terciario en la geopolítica militar mundial y que la OTAN va a dejar de tener sentido, ya no va a proteger a Europa, y la UE tiene que empezar ya a construir un ejército europeo. Las declaraciones de su Ministro de Defensa Jean-Yves Le Drian, son claras para quien las quiera entender (3). La cuestión real no es que EEUU ya no sea un "aliado fiable". EE.UU nunca ha sido un aliado sino la potencia dominante que ha sometido a UE a un control colonial. Ahora los escenarios cambian y Europa ya no es de su interés, como hacen los países fuertes, simplemente se desentiende de una carga que ya no le aporta para nada.
China, la potencia ascendente ha calificado amenazantemente de "irresponsable" esta alianza (4), Pequín no reaccionará de forma inmediata, militarmente sabe que aún no está en condiciones de hacerlo, y diplomáticamente sus dos últimos triunfos: acuerdo con los talibanes en Afganistán y la reciente incorporación de Irán a la Organización de Cooperación Shanghái (OCS), le dan una ventaja gran ventaja estratégica en su primer objetivo geopolítico actual: al construcción de la nueva Ruta de la Seda bajo su control.
Excepto la voz de París, la UE una patética alianza de debilidades, muestra su impotencia dialéctica declarando en todo quejoso que "No hemos sido informados". Lo que personalmente me pregunto es si los dirigentes de la UE serán capaces de ver los cambios estratégicos a los que está obligada Europa, y que pasan indefectiblemente por un acercamiento a Rusia.
(3) https://www.elmundo.es/internacional/2021/09/18/61464634fdddffe8248b45bb.html
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