dimarts, 24 de maig del 2022

EN LA VISITA DE GEERT WILDERS A BRUSELAS.

 




Cuando la amenaza islamista condiciona vidas.

 

Tráfico cortado en las calles cercanas al Parlamento flamenco, imposibilidad de usar los garajes del mismo por precauciones ante un posible coche-bomba. Entrada al Parlamento flamenco controlada por la policía militar belga.

Así llegamos a la conferencia a de prensa conjunta que en el interior del edificio daban conjuntamente Filip Dewinter, (VB, y vice-presidente del Parlamento flamenco) y Geert Wilders, presidente del partido anti-islamización neerlandés PVV (Partido de la Libertad), el segundo más votado en las elecciones europeas de 2009, y hoy con un 10,3% de votos y 17 diputados en el Parlamento de La Haya.

 


 

La conferencia se desarrolla en un tiempo limitado, Wilders no puede estar más del tiempo señalado por la policía en una sala, otra de las medidas para impedir atentados contra su persona. La sala está llena de periodistas, policías y algunos pocos invitados, yo era uno de ellos. Cuando termina, Wilders sale corriendo rodeado de dos cordones policiales de más de 20 personas por los pasillos del Parlamento.

 


 

Filip Dewinter habría solicitado visitar con Geert Widlers el barrio de Molenbeek –en Bruselas- plaza fuerte del islamismo, para mostrar al político neerlandés la situación en esa zona de la “capital de Europa”. La alcaldesa de Molenbeel, Catherine Moureaux, del Partido Socialista, prohíbe la visita.

Ante la prohibición Wilders y Dewinter dan una conferencia en el centro de Bruselas ante un gran número de periodistas. La zona está rodeada por coches de policía belga y neerlandesa, además de una gran cantidad de policía militar y secreta. La calle es un lugar especialmente peligroso para prevenir un atentad
o mortal.

 

Finalizada la rueda de presa, Wilders se encamina la Parlamento flamenco donde tendrá lugar un almuerzo de trabajo. Somos muy pocos los invitados, y es entonces donde tenemos la oportunidad de fotografiarnos y hablar con él. La fotografía es en la terraza del Parlamento flamenco, varios helicópteros sobrevuelan el edificio buscando posibles francotiradores islamistas que intenten disparar contra Wilders.

 

 

 

Durante el almuerzo compartimos opiniones. Wilders es un liberal, cuya oposición radical al islam le ha llevado a su situación política actual, desde los principios liberales –que sigue manteniendo- va compartiendo progresivamente el punto de vista nacionalista. Wilders está casado con una mujer húngara, por motivos de seguridad el matrimonio solo hace viajes al extranjero a Hungría, donde durante su estancia la seguridad corre a cargo del Gobierno de Viktor Orbán. En Hungría la presencia islamista es mínima y es allí donde el matrimonio Wilders puede pasar unos días más tranquilo, en los Países Bajos su vida está absolutamente condicionada por las medidas de seguridad, de hecho, el matrimonio ha renunciado a tener hijos por la posibilidad de que sufran atentados mortales.

La comida en el Parlamento llega a su fin, Wilders tiene el tiempo contado para poder comer, luego la policía le tiene que sacar del edificio donde esté. No puede estar más tiempo, no hablar más, ni compartir saludos, en el momento que la policía lo indica, deben salir en breves segundos del local

Wilder está amenazado de muerte por Pakistán, las comunidades islamistas de los Países Bajos lo tienen en el número uno de sus objetivos asesinos. 

En 1997 Filip Dewinter (VB) había sido invitado a la televisión neerlandesa a participar en un debate sobre inmigración, el estudio fue violentamente atacado por grupos de extrema-izquierda que también destrozaron el coche oficial del parlamentario flamenco. Al día siguiente un entonces famoso periodista llamado Pim Fortuny señalaba el peligro de la situación en los Países Bajos y la falta de libertad de expresión por la acción de la ultra-izquierda criminal. Los medios “oficiales” y el Gobierno neerlandés contestaron al artículo tachándolo de exageración y afirmando que en los Países Bajos no había ninguna posibilidad de violencia política. En 2002, Pim Fortuny (54 años) ya convertido en el político más famoso del país fue asesinado por seis disparos, pocos días antes de las elecciones generales que iba a ganar por el “anti-fa” Volkert van der Graaf quien declaró haberlo hecho por “sus opiniones "estigmatizadoras" sobre el islam y explicó y para negarle el acceso al poder político. Van der Graaf está hoy ya en libertad y dando conferencias públicas. En 2004 moría asesinado de ocho tiros y varias puñaladas a manos del islamista Mohammed Bouyen el director de cine Theo Van Gogh (47 años y sobrino-bisnieto del famoso pintor) su delito: ser crítico con el islamismo. Dos muertos por razones política, el Estado neerlandés tuvo que admitir su absurdo error y su falta de visión, un gobierno que no puede permitir que haya un tercer político asesinado en los Países Bajos. La seguridad de Geert Wilders, es una cuestión de estado y es un reflejo de la violencia e intolerancia islámica que se está expandiendo por toda Europa occidental.

 

 

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